lunes, 24 de diciembre de 2012

Carta a Olentzero

Querido Olentzero,

Como cada año vuelvo por estas fechas a escribirte la carta de todos los años. Recordaras que mi carta de hace unos años era una carta llena de cosas materiales, juguetes la mayoría. Con los años me he dado cuenta que con cientos de juguetes no haces nada si no eres feliz. Por eso este año otra vez más voy a dejar lo material a un lado y voy a pedirte ese tipo de cosas que el dinero no puede comprar.

Empiezo por darte las gracias con todo lo que me dejaste el año pasado: grandes dosis de felicidad, fuerza y sueños hechos realidad. De tu saco recibí mucho más de lo que pedí. Llevaba años soñando con poder disfrutar de la manera en la que estoy haciendo del balonmano, también soñaba con poder ser una de esos nombres de la lista de estudiantes de Periodismo. En este momento lo tengo todo. El año pasado me dejaste la suficiente fuerza como para conseguirlo y también para transmitir a toda esa gente que lo está pasando mal. Yo solo te puedo pedir que me des la suficiente fuerza en los malos momentos para salir adelante como hasta ahora; el resto déjalo para aquellos que lo necesiten mas que yo. También como el año pasado quiero que te centres en esa gente ignorante que todavía no entiende a los TDAH. Hacerles entender que a pesar de ser un poco despistados y necesitar mas tiempo para hacer las cosas podemos ser grandes personas y tener grandes virtudes.

Otro año más me has enseñado, que los sueños están ahí para hacerse realidad, también que personas merecen mi atención y que personas no la merecen. Durante este año me han vuelto a hacer mucho daño pero al tropezarte es cuando aprendes a caminar por lo que me ha servido de gran lección.

Mañana a la mañana me levantaré llena de ilusión como cada 25 de diciembre para ver lo que me has dejado. Hasta el año que viene.

Idoia