Hace cuatro meses que te fuiste y nos dejaste para siempre. Una negligencia es una de las razones por las que tu hoy no estás aquí. Recuerdo perfectamente aquel 16 de agosto en el que bajaste las escaleras y ya no te pude volver a ver; pensaba que volverías, que te curarías, que volveríamos a jugar como siempre lo hicimos pero por desgracia te tuviste que ir.
Con apenas tres meses llegaste a mi casa como un huracán de alegría y nos dejaste demasiado pronto; con apenas nueve años. Tú has pasado toda tu vida junto a mí y yo media vida contigo, aunque había veces que me hacías enfadar siempre te perdonaba porque eras de lo que más quería yo en este mundo. Cuando peor estaba siempre estabas a mi lado, cuando me ponía a estudiar yo sola en el cuarto te ponías junto a mí a echarte una de esas lagar siestas que te echabas con sueños incluidos. Has sido de las pocas que nunca me ha abandonado, nunca me ha puesto una mala cara ni me has dejado de lado; siempre has procurado dentro de tus posibilidades que yo estuviese feliz.
En estos cuatro meses la vida es diferente, no hay día que no te recuerde que no piense en ti. Tú eras la mejor, la mejor de todas. No había como tú, al llegar a casa, muchas veces cansada y desganada siempre me venías a saludarme, a pedirme una caricia, a que te acariciase la tripa…
Tu recuerdo todos los días, pienso en ti como si estuvieses a mi lado. Sé que desde el cielo me estás viendo y cuidando, ojalá que estés tan orgullosa de mi como yo lo estoy de ti.
Hay veces en los que no me puedes ver sonreír pero no te preocupes yo estoy bien. No pude despedirme de ti, me dijeron que te quedaste muy tranquila solo te digo puedo decir Gracias por todos esos momentos en los que me has hecho feliz y han sido 9años de felicidad junto a ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario